¡Sé consciente pe, varón!

Era un divertido y merecido viaje de promoción de los inocentes, candorosos, patriotas y conspicuos alumnos del colegio 'Mariscal Luzuriaga' a la Huaca del Dragón, o también llamada, Huaca del Arco Iris, ubicada en la Libertad, cerca de Chan Chan. A mitad del paseo, unos alumnos, que eran los vivos del salón, los matones del barrio, los mujeriegos de la cuadra o como dirían algunos abuelos, “los palomillas de ventana”, se desviaron del grupo. El motivo de su desvío fue el de ganar un poco de status entre sus patibularios amigos y para eso decidieron, inteligentemente, patear y apedrear los muros de la Huaca Dragón que tiene más de 1000 años de antigüedad y que además son parte de un antiguo centro de culto. En el clímax del irrespeto y la inconsciencia, uno de los destructores decide sacarse una zapatilla y golpear con ella los muros, si los dioses antropomorfos de la cultura Sicán hubiesen visto ese espectáculo, de seguro hubieran engullido al profanador, obviamente si antes no se desmallaban por el olor de las zapatillas del individuo, pero esa es otra historia. Los pillos fueron tan astutos que decidieron grabarse y colgar su video en Youtube y así marcar su destino: Ser el esperpento de la sociedad.

El irrespeto y la poca educación que se traducen en este acto solo es una muestra de cómo es nuestra sociedad. Los “estudiantes” que perpetraron el ataque a nuestro patrimonio, son nuestros futuros maestros, políticos, médicos o policías. Es una pena que no sean conscientes, esos muros son fuente de cultura, son el testimonio de nuestros antepasados, son fuente de trabajo, son un destino turístico que proporciona ganancias al país, pero parece que nada de esto importa. Al ver imágenes como estas es superlativa la indignación que se puede sentir y los pensamientos más pérfidos nos invaden. Es increíble la poca conciencia de algunas personas y también es increíble lo vulnerable que es nuestro patrimonio, ¿Cualquier desadaptado puede ir y destruir nuestro patrimonio? En fin…

¿Por qué tanto drama? Personalmente considero que a estos tipos no hay que hacerles nada, es más, hay que premiarlos con la Orden del Sol en Grado a la máxima estupidez o quizás honrarlos con un tatuaje en la frente que diga: ¡Yo destruyo mi patrimonio, escúpeme! Ellos no pueden ser juzgados como cualquier persona porque ellos no son personas, ellos son seudo-animales, a continuación explico por qué. Hay 2 diferencias claves entre los humanos y los animales: el el pulgar oponible y el telencéfalo altamente desarrollado. Estos sujetos cumplen con el primer requisito para ser humanos porque pudieron hacer pinza para agarrar los objetos que lanzaron hacia la Huaca, pero no cumplen con el segundo requisito, ya que no tienen capacidad de raciocinio y solo actúan como animales primitivos, así que no son ni seres humanos ni animales.

La existencia de seres extraños, como estos degenerados, es por culpa de las familias con carencia de valores y de la educación deficiente del país. Con padres que no se respetan ni a sí mismo, con maestros que saben menos que un niño de 10 años, con congresistas que no saben de qué año es la constitución (como el nacionalista Gustavo Espinoza), no se puede pedir maravillas. Si el grueso de la población, tira basura en la calle, se pasa la luz roja, se quedan con los vueltos, no paga deudas, copia en los exámenes, paga coimas, con todo esto: ¿Podemos reprochar a estos alumnos?, ¿No somos en algún grado tan irresponsables y carentes de valores como ellos? Aunque suene a cliché la única solución para acciones como estas y para poder experimentar un real cambio es empezar por uno mismo y justificar nuestra existencia. Ayudar a alguien que lo necesita, recoger una basurita en la calle, no copiar en los exámenes o respetar las reglas, cumplir con esto sería un paso excelente, pero de seguro, nadie hará caso, porque somos vivos, porque “somos criollos”. Si no podemos hacer nada por cambiar nuestras malas acciones por lo menos respetemos nuestro patrimonio, porque es nuestro, porque también pertenece a nuestros futuros hijos y nietos, ¡Hay que ser más conscientes pe varón!